LA GRAN RENUNCIA
Además de todo lo que trajo la pandemia, por lo menos en nuestras mentes, superada, nos dejó un término, una tendencia, una gran problemática, un nuevo paradigma y sobre todo una gran incertidumbre.
La Gran Renuncia es un movimiento en el que millones de personas comenzaron a abandonar sus trabajos voluntariamente; otros forzados por las lógicas cuestiones pandémicas se alejaron del segmento del turismo y algunos otros que decidieron cambiar su forma de vida de manera consciente y voluntaria (menos viajes, más tiempo en casa, etc)
La Gran Renuncia es algo sobre lo que el Dr. Anthony Klotz, profesor asociado de comportamiento organizacional en la Escuela de Administración UCL de University College London, además psicólogo y profesor de administración de empresas de la Universidad de Texas A&M, sabe y mucho.
Klotz fue el primero en acuñar la frase. Ha estudiado extensamente las tendencias de empleo y Klotz pretende que los empleadores reconozcan este discordante fenómeno como una oportunidad para reevaluar lo que se necesita para contar con la gente apropiada en cada negocio.
“Aquí hay una oportunidad porque los empleados y los directores ejecutivos parecen más abiertos a probar cosas nuevas en este momento, a aceptar el cambio”, dice. “Es solo cuestión de un poco más de trabajo duro experimentar con los cambios que funcionan para su negocio, usar datos para comprender cómo dar el siguiente paso”.
Este fenómeno hizo reflexionar sobre la compatibilidad de la vida personal y laboral.
Las personas, por tanto, de ahora en adelante, después de una situación como la que hemos vivido, se preguntan si realmente está en un lugar de trabajo que le hace feliz, si se le trata como una persona o si es solo un trabajador. Por lo tanto querrán un trabajo que se adapte a su vida personal, y ya no será la vida personal la que tenga que adaptarse a él.
El tema está complicando los servicios en todo el mundo, en Estados Unidos, Delta, American, United y muchas líneas aéreas más, cancelaron vuelos por falta de personal para atenderlos, sin contar que además les falta personal en tierra y para servicios complementarios. En Europa sucedió lo mismo, ya que Lufthansa y Air France, por nombrar alguna, tuvieron cancelaciones de más de 1600 vuelos en el último mes de julio.
En distintos destinos de Latinoamérica, se multiplican los avisos para contratar personal en gastronomía y hotelería, además de personal de servicio para turismo y eventos, lo que habla de que se está buscando retomar a los niveles prepandemia, pero hay factores que no están acompañando a la demanda necesaria.
Analizando las causas, en la industria del Turismo, podemos decir que ha perdido el atractivo que representaba años anteriores, horarios sin determinar o turnos intensos, horas y horas fueras de casa, viajes, atención 24 horas, conocimientos superlativos sobre casi todo, responsabilidades acuciantes y además con salarios más bajos que otras industrias, con menos brillos y romanticismo, pero que dan otra tranquilidad en el balance trabajo/ vida a las personas.
Las nuevas generaciones de trabajadores que no siente el compromiso con la empresa o trabajo y constantemente están en la búsqueda del trabajo ideal, que puedan compatibilizarlo con su estilo de vida. Esto provoca rotaciones constantes, sobre todo en las posiciones de base, teniendo un gasto y esfuerzo enormes en formación y capacitación.
Allison Omens, directora de estrategia de JUST Capital, la firma de investigación que recopilo gran parte de los datos sobre la gran renuncia, dice: “nuestros datos a lo largo de los años siempre demostraron que lo que más le importa a la gente, es como las empresas tratan a sus empleados”. Esto se mide por muchas métricas (salarios, beneficios, seguridad, oportunidades, equidad, progreso y entorno amigable y saludable) y luego de la pandemia, la gente quiere hacer notar que las personas no son maquinas.
Aunque en Latinoamérica, por cultura y falta de abundancia de empleos, el personal no abandona el puesto hasta que tiene otro asegurado, el coctel de las razones para esta andanada de abandonos de trabajos y posiciones da un coctel peligroso para tener los mejores talentos en la industria reina del contacto face to face y de las relaciones interpersonales.
¿El problema existe y es global, es realmente preocupante o solo un mal momento pasajero?
Por lo pronto es momento de estar más en acción que nunca, generar entornos amigables, mejorar los salarios, crear desafíos, para volver a tener ese imán mágico que tuvo la industria y que vuelva a ser el trabajo de los sueños, de los nuevos y viejos talentos que aún tiene mucho para aportar y que potencian el crecimiento de la industria